domingo, 20 de mayo de 2012

Borrador Bloque III


LA HORA DEL CUENTO

Nosotros como maestros/as, la forma que tenemos de hacer partícipes a los niños de la literatura es leyéndoles los cuentos nosotros, ya que ellos no saben leer.

Debemos de tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, la autonomía para el disfrute personal de la lectura no se adquiere hasta los ocho años.

Los niños pueden disfrutar individualmente de los libros viendo las imágenes, sobre todo de los álbumes de imágenes. A los niños les gusta el contenido y el acto afectivo de la lectura porque ellos reciben el momento de la lectura como un regalo que les hacemos a ellos.

En educación infantil, contagiados e influenciados por educación primaria, intentamos que todo aquello que hacemos en el aula con los niños tenga una intención didáctica, y no nos vale con sólo el disfrute del niño que esta tan o más importante que el objetivo didáctico. Cuando les contamos un cuento a un niño nuestra principal intención debe ser el disfrute de los niños con al acto de leer, no el acto de intentar enseñarles algo.

En el libro “Como una novela” de Daniel Pennac se trata de los diferentes estadios por los que pasamos en relación con la literatura. Estos estadios comprenden desde el primer momento que nos acercamos a la literatura por medio de nuestros padres hasta que nos obligan a leer y nos hacen exámenes de los contenidos de esos libros. En estos momentos realmente no disfrutas de la literatura.

La lectura requiere de una dedicación constante. Entendemos que debido a que esa obligación de leer no conseguimos que nos guste la lectura hasta que somos libres de poder elegir nuestros propios libros. Y aun así hay gente a la que no le gusta leer.

En las aulas lo que debemos hacer es crear un mayor abanico de libros donde puedan elegir los alumnos y sobre todo no hacerles preguntas sobre contenidos del libro. En infantil podemos hacer preguntas pero debemos tener en cuenta que los niños tardan más tiempo en quedarse con los detalles de las historias, por eso cuando llevamos un libro nuevo a clase los niños nos piden que lo leamos varias veces, para poder fijarse en todos los detalles. La primera vez que les leamos un cuento debe ser un regalo y no hacerles después preguntas objetivas, aunque sí que podemos preguntarles si les ha gustado.

Si lo que queremos es trabajar la comprensión y saber de qué se ha enterado cada niño deberemos esperar hasta la segunda o tercera vez que lo leamos para hacerles preguntas más específicas.

Lo que nunca debemos hacer es explicar algo que les hayamos leído, ya sea cuento, poesía o cualquier tipo de texto, debemos dejarles a ellos que usen su imaginación, que creen sus propios personajes y que interpreten los que ellos creen que quiere decir el texto. No debemos crear el aprendizaje de los otros, cada uno debe ir creando su aprendizaje por sí mismo y a su ritmo, nosotros somos mediadores entre el concepto y su aprendizaje.

Los niños aprenden unos de otros, aunque sean egocéntricos se dan cuenta de la diversidad y aprenden de ella.

Hay diferentes estrategias para contar un cuento y son:


CUENTACUENTOS: es la estrategia estrella. Consiste en la narración de un cuento por parte de una persona sin ayuda de ningún soporte físico, aunque sí que podemos ayudarnos de algo cercano al cuento, como una marioneta, un sombrero, etc., trabaja la imaginación ya que tiene que ir imaginando todo lo que se va contando. Es muy importante trabajar la imaginación ya que cuanto mayores seamos menos poder de imaginación tenemos, ya que se va perdiendo debido a que hoy en día todo lo que nos rodea son imágenes y ya no tenemos que imaginarnos nada.

En un cuentacuentos podemos interaccionar con el público, incluso meterles como protagonistas en el cuento.

El cuentacuentos trabaja muchas cosas, pero sobre todo, la imaginación.


LECTURA: lectura literal del texto. Tenemos que tener en cuenta la edad del cuento que vamos a leer, ya que debemos seleccionarlos bien. Si, aun así, hay alguna palabra importante que creemos que los niños no van a entender, se las explicamos antes de empezar a leer el cuento. Si las palabras que creemos que no van a entender no son esenciales para que entiendan el cuento, les contaremos el cuento y que ellos saquen sus propias conclusiones y después les preguntaremos que han entendido y trabajaremos con esas palabras.

Cuando son más pequeños podemos irles enseñando las imágenes según vamos leyendo o leerlo entero y, así, que aprendan a esperar, a tener paciencia, y les enseñamos las imágenes al terminar. Con esta forma trabajamos, además de la paciencia, la atención.


NARRACIÓN CON LIBRO: consiste en contar la historia enseñando las imágenes. Permite interactuar con los niños y ayudarles a fijarse en los detalles.

Es la estrategia más adecuada con niños del primer ciclo de infantil. Aunque en el segundo ciclo también les gusta.

Las estrategias que más nos permiten interactuar con los niños son con la narración con libro y el cuentacuentos.

Debemos ser expresivos pero con cierto cuidado. Debemos cuidar la modulación de la voz a la hora de las preguntas.

Hay que tener cuidado al cambiar las voces a los personajes, ya que no tenemos tantos registros como personajes puede haber en una historia y si empezamos a ponerles voces podemos llegar quedarnos sin registros y usar la misma voz para varios personajes. Solo debemos cambiarlos cuando los personajes sean tres o menos de tres. No hay ninguna razón objetiva para hacerlo.



Webgrafía:

Tonucci, Francesco. El nacimiento del lector. (Luvit)


-Pennac-Como-Una-Novela

1 comentario:

  1. Muy bien. Te faltaría hablar de las interactuaciones antes y durante la estrategia. Y los enlaces de interés.

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