LA
HORA DEL CUENTO
Nosotros como maestros/as, la forma que tenemos de hacer partícipes a los
niños de la literatura es leyéndoles los cuentos nosotros, ya que ellos no
saben leer.
Debemos de tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, la
autonomía para el disfrute personal de la lectura no se adquiere hasta los ocho
años.
Los niños pueden disfrutar individualmente de los libros viendo las
imágenes, sobre todo de los álbumes de imágenes. A los niños les gusta el
contenido y el acto afectivo de la lectura porque ellos reciben el momento de
la lectura como un regalo que les hacemos a ellos.
En educación infantil, contagiados e influenciados por educación primaria,
intentamos que todo aquello que hacemos en el aula con los niños tenga una
intención didáctica, y no nos vale con sólo el disfrute del niño que esta tan o
más importante que el objetivo didáctico. Cuando les contamos un cuento a un
niño nuestra principal intención debe ser el disfrute de los niños con al acto
de leer, no el acto de intentar enseñarles algo.
En el libro “Como una novela” de Daniel Pennac se trata de los diferentes
estadios por los que pasamos en relación con la literatura. Estos estadios
comprenden desde el primer momento que nos acercamos a la literatura por medio
de nuestros padres hasta que nos obligan a leer y nos hacen exámenes de los
contenidos de esos libros. En estos momentos realmente no disfrutas de la
literatura.
La lectura requiere de una dedicación constante. Entendemos que debido a
que esa obligación de leer no conseguimos que nos guste la lectura hasta que
somos libres de poder elegir nuestros propios libros. Y aun así hay gente a la
que no le gusta leer.
En las aulas lo que debemos hacer es crear un mayor abanico de libros donde
puedan elegir los alumnos y sobre todo no hacerles preguntas sobre contenidos
del libro. En infantil podemos hacer preguntas pero debemos tener en cuenta que
los niños tardan más tiempo en quedarse con los detalles de las historias, por
eso cuando llevamos un libro nuevo a clase los niños nos piden que lo leamos
varias veces, para poder fijarse en todos los detalles. La primera vez que les
leamos un cuento debe ser un regalo y no hacerles después preguntas objetivas,
aunque sí que podemos preguntarles si les ha gustado.
Si lo que queremos es trabajar la comprensión y saber de qué se ha enterado
cada niño deberemos esperar hasta la segunda o tercera vez que lo leamos para
hacerles preguntas más específicas.
Lo que nunca debemos hacer es explicar algo que les hayamos leído, ya sea
cuento, poesía o cualquier tipo de texto, debemos dejarles a ellos que usen su
imaginación, que creen sus propios personajes y que interpreten los que ellos
creen que quiere decir el texto. No debemos crear el aprendizaje de los otros,
cada uno debe ir creando su aprendizaje por sí mismo y a su ritmo, nosotros
somos mediadores entre el concepto y su aprendizaje.
Los niños aprenden unos de otros, aunque sean egocéntricos se dan cuenta de
la diversidad y aprenden de ella.
Hay diferentes estrategias para contar un cuento y son:
CUENTACUENTOS: es la estrategia estrella. Consiste en la narración de un cuento por
parte de una persona sin ayuda de ningún soporte físico, aunque sí que podemos
ayudarnos de algo cercano al cuento, como una marioneta, un sombrero, etc.,
trabaja la imaginación ya que tiene que ir imaginando todo lo que se va
contando. Es muy importante trabajar la imaginación ya que cuanto mayores
seamos menos poder de imaginación tenemos, ya que se va perdiendo debido a que
hoy en día todo lo que nos rodea son imágenes y ya no tenemos que imaginarnos
nada.
En un cuentacuentos podemos interaccionar con el público, incluso meterles
como protagonistas en el cuento.
El cuentacuentos trabaja muchas cosas, pero sobre todo, la imaginación.
LECTURA: lectura literal del texto. Tenemos que tener en cuenta la edad del cuento
que vamos a leer, ya que debemos seleccionarlos bien. Si, aun así, hay alguna
palabra importante que creemos que los niños no van a entender, se las
explicamos antes de empezar a leer el cuento. Si las palabras que creemos que
no van a entender no son esenciales para que entiendan el cuento, les
contaremos el cuento y que ellos saquen sus propias conclusiones y después les
preguntaremos que han entendido y trabajaremos con esas palabras.
Cuando son más pequeños podemos irles enseñando las imágenes según vamos
leyendo o leerlo entero y, así, que aprendan a esperar, a tener paciencia, y
les enseñamos las imágenes al terminar. Con esta forma trabajamos, además de la
paciencia, la atención.
NARRACIÓN CON LIBRO: consiste en contar la historia enseñando las
imágenes. Permite interactuar con los niños y ayudarles a fijarse en los
detalles.
Es la estrategia más adecuada con niños del primer ciclo de infantil.
Aunque en el segundo ciclo también les gusta.
Las estrategias que más nos permiten interactuar con los niños son con la
narración con libro y el cuentacuentos.
Debemos ser expresivos pero con cierto cuidado. Debemos cuidar la
modulación de la voz a la hora de las preguntas.
Hay que tener cuidado al cambiar las voces a los personajes, ya que no
tenemos tantos registros como personajes puede haber en una historia y si
empezamos a ponerles voces podemos llegar quedarnos sin registros y usar la
misma voz para varios personajes. Solo debemos cambiarlos cuando los personajes
sean tres o menos de tres. No hay ninguna razón objetiva para hacerlo.
Webgrafía:
Tonucci,
Francesco. El nacimiento del lector. (Luvit)
-Pennac-Como-Una-Novela
Muy bien. Te faltaría hablar de las interactuaciones antes y durante la estrategia. Y los enlaces de interés.
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