domingo, 20 de mayo de 2012

Actividad voluntaria Bloque II


TODA CLASE DE SERE

Había una vez, en un bosque muy muy escondido vivían unos seres muy curiosos. Se trataban de unos ser muy especiales. No había ningún ser igual que otro, todos eran diferentes a excepción de una cosa. Todos eran tan pequeños tan pequeños como una hormiga recién salida del huevo. Unos tenían pelo, otros no, unos tenían antenas, otros tenían ojos, unos tenían dientes, otros pinchos...¡Todos eran muy diferentes! Y por eso todos los animales del bosque los llamaban la familia de toda clase de seres. Vivían como una gran familia sin importar las diferencias que había entre ellos.

Al caer la noche, todos se agrupaban en la gran corteza del gran árbol seco y hueco para dormir todos juntos y sentirse protegidos.

Todas las mañanas, cuando salían los primeros rayos de luz del sol, todos se ponían en marcha. Los mayores salían en busca de comida, mientras que los pequeños salían a jugar a la plaza del bosque.

Así pasaba un día tras otro hasta que un día el sol no salió. Todos los seres se quedaron dentro de la gran corteza del gran árbol seco y hueco sin saber qué hacer. Sin la luz del sol nadie se atrevía a salir fuera.

Uno de entre todas las clases de seres se le ocurrió una idea. Salir a buscar a la Reina del bosque para preguntarle dónde estaba el sol. A todos les pareció una buena idea pero...¿Quién iba a ser el valiente?

Nadie se ofrecía voluntario hasta que de repente, una voz que se escuchó muy bajita dijo:

-       Yo iré!

Este ser era Eva, uno de los seres más jóvenes y bellos de todos. Tenía unos ojos negros muy grandes pero solo veía cuando había luz, de noche no veía nada. También, tenía unas antenas largas amarillas que le servían para comunicarse con todos los seres vivos que también tuvieran antenas.

¡Eva es perfecta! dijeron todos. Tiene antenas para comunicarse con la Reina Caracol.

La Reina Caracol, era una reina muy buena. Avisaba a todos los seres del bosque de cuándo iba a llover y cuando iba hacer sol. Pero esta vez no avisó de que el sol no iba a salir y por eso, la familia, toda clase de seres, querían hablar con ella.

-       ¡Eva es la mejor, Eva es la mejor! - Gritaban todos muy contentos-


Pero Eva dijo:

-       Podré hacerlo pero hay un problema. ¿Cómo vuelvo a casa sin perderme? El reino de la Reina Caracol está lejos y el bosque es muy grande.

El ser más anciano de toda clase de seres dijo:

-       Hay que pensar algo que le sirva a Eva para que no se pierda y pueda volver a casa.

Todos comenzaron a pensar y se les ocurrieron miles de ideas, como por ejemplo, hacer un mapa pero no le servía porque no había luz del sol, tirar miguitas de pan por el camino pero los animales del bosque se lo comerían, hacer una cuerda de hojas pero tampoco podían porque no veían...Muchas cosas pensaron pero no le servía ninguna.

Pasaron las horas y horas y nadie sabía qué podían hacer para que Eva no se perdiera.

Hasta que por fin, el ser más anciano de toda clase de seres dijo:

-       Si todos nos cogemos de las patas y nos ponemos en fila, llegaremos hasta el reino de la reina Caracol sin que Eva se pierda.


-       ¡Claro! si vamos todos juntos, nadie se perderá.

Así que todos, desde el más pequeño, hasta el más anciano se cogieron las patitas e hicieron la fila más larga que todo ser del bosque había hecho jamás.

Juntos llegaron hasta el reino de la Reina Caracol y cuando Eva fue a preguntarle ¿Sabéis que paso?

Que salió el sol.
















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