domingo, 20 de mayo de 2012

Borrador Actividad Bloque II


POR SORPRESA ERES UNA PRINCESA

Había una vez, en un país muy frío y muy blanco, una familia que reinaba en el país de Invernalia desde hace muchos, muchos años. En Invernalia hacia siempre mucho frío y la nieve cubría todas las partes del país. El Rey Sebastián, la Reina Sabrina y la princesa Selena vivían muy felices en su castillo, hasta que un día algo inesperado ocurrió. El Rey del país Solandia  quería casar a su hijo, el príncipe Sol, con la princesa Selena, ya que los dos tenían 15 años y así lo mandaba la tradición.

El Rey y la Reina de Invernalia intentaron convencer a la princesa Selena, pero ella no quería. Decía que no lo conocía y que lo único que quería era jugar con la nieve y montar a caballo por los campos nevados.

El Rey Sebastián y la Reina Sabrina intentaban día tras día convencer a la princesa Selena pero no lo conseguían.

Un día, el Rey Sebastián recibió una carta que decía que como la princesa Selena no se casara con el príncipe Sol, le quitarían el reino de Invernalia para siempre. El Rey fue corriendo a contárselo a Selena y ésta cuando se enteró se puso muy triste. El Rey quería tanto a su hija que no podía casarla con alguien que no quisiera, por lo que hicieron un plan.

El plan consistía en decirle al Rey de Solandia que Selena quería casarse con el príncipe Sol pero con una condición: que le hiciera tres regalos antes de la boda. 

El Rey y el príncipe de Solandia se pusieron muy contentos cuando recibieron la noticia y aceptaron la condición. Selena pidió que para antes de la boda quería el caballo más grande y más fuerte de todo el mundo, un abrigo que llevara las pieles de animales que más abrigaran y un bolso mágico dónde pudiera sacar aquello que necesitara en todo momento.

El Rey y el príncipe de Solandia aceptaron y se lo pidieron a sus vasallos. Estos recorrieron todo el mundo para buscar el caballo más grande y más fuerte del mundo, y lo encontraron. Fueron al polo norte a pedirle a los esquimales que le hicieran un abrigo con las pieles de los animales que más abrigaran, y también lo consiguieron. Y por último le pidieron al mago más mágico de todo el mundo que creara un bolso que con sólo desear algo apareciera en él, por supuesto, también lo consiguieron. Tardaron dos años en conseguir los tres regalos.

La princesa ya se había casi olvidado de la boda porque pensaba que no lo iban a conseguir, pero de repente, apareció el Rey y el príncipe de Solandia con los 3 regalos. La princesa se fue corriendo y llorando a su habitación.

El Rey Sebastián aceptó los regalos y les dijo que dentro de cuatro días su hija se casaría con el  príncipe Sol.

El Rey y la Reina de Invernalia estaban muy tristes por su hija. Así que pensaron que si su hija desaparecía no podría casarse con el príncipe Sol y estarían tan tristes que no serían capaces de quitarles el reino de Invernalia. Así que el Rey y la Reina le dijeron a Selena que se escapara. A Selena le daba mucho miedo salir del país porque nunca lo había hecho pero más miedo y tristeza le daba casarse con el príncipe Sol.

Así que esa misma noche Selena se montó en el caballo más grande y más fuerte del mundo, se puso su abrigo de las pieles de animales más abrigadas  y el bolso mágico. Se despidió de sus padres llorando y cabalgó toda la noche.

A la mañana siguiente Selena estaba muy cansada, no tenía nada de frio porque el abrigo no lo dejaba pasar pero sí mucha hambre así que paro a descansar debajo de un pinar y deseó comerse un gran bocadillo de jamón, metió la mano en el bolso y...¡Tachan! Ahí estaba el bocadillo. Volvió a subirse al caballo y estuvo cabalgando todo el día y toda la noche. A la mañana siguiente había salido de Invernalia y ya no había nieve. Decidió dormir un rato en la sombra de un árbol pero cuando despertó no estaba ni el caballo, ni el abrigo, ni el bolso, se lo habían robado y ya no sabía qué hacer. Comenzó a llorar y una mujer que pasaba se acercó y le convenció para que se fuera con ella.

 Llegaron a un palacio y le dieron trabajo para que cuidara de los caballos en el establo. Era un palacio muy grande y muy bonito. Siempre brillaba el sol y eso le gustaba mucho. Trabajaba mucho en el establo pero no le importaba porque los caballos eran sus animales favoritos.

Un día vio a un chico intentando aprender a montar a caballo pero siempre se caía de él. Ella le preguntó que si quería que le enseñase y el chico aceptó. Pasaron muchos días pero de lo único que hablaban era de caballos. Ni siquiera sabían el nombre el uno del otro, solo hablaban de caballos.

Todos los días, Selena, lloraba porque se acordaba de sus padres pero el chico de los caballos le ayudaba a olvidarse de ellos por un momento e incluso le hacía reír.

Un día el chico de los caballos le propuso salir a pasear por el lago cercano al palacio y Selena aceptó. Cuando llegaron al lago, el chico comenzó a llorar y le contó que estaba muy triste porque tenía que casarse con alguien que no conocía y no quería. Selena le comprendió perfectamente pero no pudo decir nada porque no podía saber que ella era una princesa y le preguntó:

- ¿Por qué no te escapas de casa por un tiempo?

El chico le contestó:

-Eso es de cobardes y nunca le haría eso a mis padres, además ya, estoy enamorado de una chica pero jamás podré casarme con ella.

Selena le pregunto por qué y este le dijo:

- Porque ella no es una princesa y yo soy el príncipe, el príncipe Sol, y debo casarme con una princesa.

Selena se sorprendió muchísimo. No sabía que él era el príncipe con quien querían casarla y sintió mucha alegría y comenzó a reír.

El chico le preguntó que porque sonreía y ella le contestó:

-Porque yo soy la princesa Selena de Invenralia.

El príncipe Sol sonrió y sin pensárselo se arrodilló y le dijo.

- Eres la chica de la que estoy enamorado y por sorpresa eres una princesa, ¿te quieres casar conmigo?

La princesa se arrodilló también, se lanzo dándole un gran abrazo y le dijo:

- ¡Sí, quiero!

Y colorín colorado en este cuanto se han casado.


1 comentario:

  1. Muy bien. Muy bonito. Solo te cargas las argucias de ella para enamorar al príncipe.

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